Relactación, recuperando la lactancia que deseas

Hola!

He venido a escribirles sobre relactación. En la Comunidad de la Leche nos llegan a diario muchas consultas sobre cómo relactar. Y es que las mamás cada vez se interesan más en recuperar sus lactancias. Sea que deseen pasar de una lactancia completamente artificial o lactancia mixta a una lactancia materna exclusiva (LME).

¿Qué es una relactación?

Es el proceso que implica pasar de una lactancia artificial o una lactancia mixta a una lactancia materna exclusiva. Es decir, la mamá recupera su producción de leche luego de haberla disminuido total o parcialmente.

¿En qué situaciones me sirve una relactación?

De acuerdo a lo anterior, las situaciones en las que te puede servir una relactación son:

  • Hoy solo alimentas con leche artificial a tu bebé y quieres lograr una lactancia materna exclusiva o lactancia mixta.
  • Hoy alimentas con lactancia mixta a tu bebé y deseas lograr la lactancia materna exclusiva.

¿Qué debo tener en cuenta antes de decidir comenzar una relactación?

Relactar puede llegar a ser muy agotador

La relactación es un proceso sumamente agotador y desgastante física y emocionalmente. Es lo primero que debes saber. Al final del proceso podemos experimentar resultados maravillosos, pero para llegar a ellos hemos de pasar por días y noches agotadoras y hemos de experimentar desánimo, decepción, frustración, entre otros. Solo si estás realmente entusiasmada y convencida de que es lo que quieres para ti y tu bebé, hazlo, juégatela y comienza el proceso día a día. No lo hagas porque quieres ser un tipo de mamá que da teta. Hazlo porque crees que es lo mejor para ti y tu bebé. Porque sabes que es la manera en que tu maternidad y crianza pueden funcionar aún mejor para ti y tu bebé. No vas a ser menos madre o mujer por dar fórmula o por dar lactancia mixta. Es fundamental analizar bien cuáles son las motivaciones que tienes para ver si realmente relactar es tu opción.

Necesitarás apoyo de tu familia o de tus amig@s

El apoyo de tu familia y entorno es esencial. Para relactar necesitarás pasar mucho tiempo haciendo cosas de lactancia, sea dando pecho, sea preparando el relactador, sea preparando la sonda al dedo, preparando fórmula, extrayendo entre toma y toma, haciendo contacto piel con piel con tu bebé, estando tranquila y descansada para hacer todo ello y permitir que la leche vaya fluyendo en tus pechos. Por todo esto es MUY necesario que sepas que podrás contar con tu pareja o una amiga o un familiar o muchos de ellos para hacer todo lo demás que tú no podrás, que todos te acompañen y respeten en la decisión, no que te hagan decaer en ánimo sino que al contrario, y que en la práctica te ayuden a alimentarte bien, a tener la casa lo más aseada posible y a sostenerte cuando tú ya no des más.

El tiempo de duración de una relactación varía dependiendo del contexto y de cada bebé. No a todas les funciona igual.

Puede ser un proceso extenso o muy breve. Depende de la situación inicial y de cómo el bebé y tú vayan avanzando día a día. Los días negros vendrán y habrán otros también de mucha luz y empoderamiento.

Un grupo de apoyo a la lactancia puede hacer que tu experiencia de relactar sea más llevadera y con mayores probabilidades de éxito.

Un grupo de apoyo a la lactancia presencial o una comunidad virtual pueden marcar la diferencia en el proceso. Saber que otras madres lo superaron, saber que no estás loca por querer intentarlo, sentir que tienes dónde patalear y dónde resolver dudas y sentirte contenida es realmente maravilloso y claro que hará que todo esto sea más fácil y llevadero.

He decidido relactar ¿cómo lo hago?

El primer cambio práctico para relactar será entender que debes sacar toda interferencia para el éxito de la lactancia materna al pecho, es decir, deberás aprender a vivir sin chupetes ni biberones (mamaderas). Tendrás que aprender a usar otros medios para darle la leche de fórmula.

Si tu bebé mama y en un día en total das menos de 140 ml de leche de fórmula.

En este caso solo basta que te dediques 1 a 3 días a dar mucho pecho y no dar más biberones, a confiar en ti, a convencerte de que puedes y a dejar que fluya la leche. Esto porque es muy probable que esa fórmula no tenga mayor impacto en la alimentación de tu bebé y en realidad es tu leche la que lo está haciendo crecer y aportando calorías. Así que este es el caso “más fácil”, dar teta confiada es la solución.

Si tu bebé mama y en un día en total das más de 140 ml de leche de fórmula.

Aquí no podemos sacar la fórmula de un momento a otro. Lo que hay que hacer como regla general es ofrecer muchas veces el pecho en el día y comenzar a dar la leche de fórmula a través de un medio que no sea interferencia con la lactancia al pecho, el más adecuado en este caso es un relactador casero de sonda al pecho (pronto se viene un post exclusivo sobre relactador casero).

La primera semana de relactación disminuimos 50 ml de leche de fórmula. Esto significa que de lunes a domingo vas a quitar 50 ml cada día. NO quiere decir que el lunes son 50, el martes serán 100, el miércoles 150. Quiere decir que el lunes quitaré 50 ml en total en el día (los puedes quitar en una sola toma o repartidas en varias, con tal de sumar 50), el martes volveré a repetir y quitaré 50, el miércoles también y así hasta completar una semana. Al final de la semana conviene verificar que tu bebé haya subido de peso (que suba habla de que todo va bien), la alarma para darnos cuenta de que el proceso no está funcionando es que al final de la semana su peso se estanque o baje.

Si todo fue bien, la semana siguiente comienzas a quitar otros 50 ml adicionales a los que disminuiste la semana anterior. Y así cada semana hasta llegar al objetivo deseado.

Si tu bebé no mama y en un día en total le das más de 140 ml de leche de fórmula.

Esta es la situación más difícil. Porque tenemos un bebé que no mama, que probablemente toma en biberón la leche de fórmula y que por lo tanto la producción de leche de la mamá ha disminuido de manera importante.

Si este es tu caso te animo a luchar por lo que deseas, porque es posible. Quizá sea demasiado difícil lograr la lactancia materna exclusiva, pero qué alegría sería conseguir una lactancia mixta, no? tendrías el privilegio de dar de tu leche a tu bebé, dándole el mejor alimento y también teniendo instancias para disfrutar de amamantar. Haz lo mejor que puedas, no te quedes frustrada pensando que no lo intentaste!

La primera semana tu misión será estimular tus pechos muy seguido y sumplementar leche de fórmula con otro medio que no sea biberón (en este caso no sirve la sonda al pecho, una opción buena es sonda al dedo).

Estimular tus pechos cada 2 horas máximo, unos 5 minutos cada lado. Al principio no verás resultados, pero luego de unos 2 o 3 días deberías comenzar a tener una mayor producción. Si quieres puedes intentar la extracción poderosa para aumentar tu producción de leche en un tiempo más breve (ojo, es otro proceso muy agotador).

A partir de la segunda semana comenzarás a ofrecer el pecho a tu bebé, entre las tomas de fórmula o intentando dar la leche de fórmula con un relactador de sonda al pecho. Si funciona pronto genial! si se demora en que se interese mucho ánimo y a ofrecer e intentar todos los días. Te aseguro que llegará el día en que se interese por tu pecho nuevamente, solo que una vez más hay que tener mucha paciencia y perseverar.

Cuando llegue el día en que tu bebé por fin se agarra al pecho comenzaremos recién con el proceso de relactación como en la situación anterior, es decir, suplementando la leche de fórmula con sonda al pecho para estimular y disminuyendo semana a semana 50 ml de leche artificial hasta llegar al mínimo posible deseado.

Esto sería la relactación a modo general. Como ves no es un proceso simple ni fácil de explicarlo a través de un blog, pero te puede ser de ayuda si lo quieres intentar en casa. Ojo, siempre vigilando que el peso de tu bebé no se estanque ni disminuya. Mientras vaya aumentando va todo bien. Observa también el ánimo de tu bebé, si lo ves estresado, cansado, dormilón o al contrario, lleno de energía, contento, satisfecho, en paz.

Si necesitas apoyo de una Consejera o Asesora de lactancia, búscalo!

Harta fuerza, perseverancia, convicción y mucho amor!!!

Escrito por Katerine Silván, Co-fundadora y Asesora de lactancia de Corporación La Comunidad de la leche.
Basada en la guía de la Organización Mundial de la Salud sobre Relactación, del año 1998.

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