Quiero contarles cómo hemos llegado hasta aquí, cómo en corto tiempo el sueño de un grupo de mujeres ha ido creciendo para darle forma a un proyecto, que no tiene ningún otro fin que apoyar a mujeres y familias que desean amamantar a sus hijos, y además ser un aporte a la salud pública del país y de los niños, quienes merecen obtener los beneficios que la leche materna tiene para ellos.

En el año 2015, nos reunimos un grupo de mujeres (quienes hoy somos reconocidas como fundadoras de este proyecto), nos llamaba la atención lo difícil que era amamantar en algunos casos, y peor aún, lo complejo y costoso que era el acceso a un profesional de apoyo calificado para esta área.

Gracias a esta inquietud, comenzamos un camino de formación, autofinanciada y con la alta motivación de apoyar a otras mujeres. Nos formamos como Monitoras de Lactancia y Asesoras de Lactancia, en la búsqueda de la información adecuada para entregarla en los grupos de apoyo que fuimos implementando de forma gratuita para las mamás, creamos una red de apoyo virtual y además trabajamos de forma voluntaria en domicilios en calidad de asesoras.

Llegó un momento en que nuestro grupo virtual comenzó a crecer de forma exponencial, lo que nos llevó a la incorporación de nuevas personas que sentían el mismo impulso y pasión que nosotras, de este modo logramos sostener este hermoso grupo que se había hecho una familia mucho más grande de lo que jamás habríamos imaginado.

En el año 2017 nos vimos enfrentadas a un nuevo desafío: debido a las diferentes realidades de cada una, personales, profesionales y económicas, lo que ya no permitía que nuestro trabajo siguiera siendo voluntario. Y aquí es donde enfrentábamos una nueva pregunta ¿queremos ser una empresa comercial y por ejemplo comenzar una clínica de lactancia o será mejor convertirnos en una corporación de apoyo sin fines de lucro que pueda autofinanciarse y/o concursar a fondos?

Uno de los mayores problemas que tuvimos para que las mujeres, sus familias y profesionales de la salud nos tomaran en cuenta, tenía relación a que la figura de Asesora de Lactancia no era reconocida en nuestro país.

Como bien saben los chilenos, en nuestro país debes tener varias certificaciones y reconocimientos para que un médico, enfermera o matrona valide la condición de profesional en un área específica, y la lactancia no era la excepción. Quizás en otros países eso no es un problema como acá, pero la pregunta recurrente siempre era “¿y tú dónde estudiaste?”. Así que pensando muy bien, además de no querer lucrar con la lactancia, queríamos que nos reconocieran de algún modo, y una forma que nos dio muy buenos resultados fue conformarnos como ONG, pues era distinto hablar de una corporación que “se dedica a” y que cuenta con el apoyo y colaboración de diversos profesionales en diversas áreas.

De este modo, nos propusimos comenzar a generar dinero para poder financiar el apoyo a familias beneficiarias sin costo para ellas, y que la ONG se haría cargo de ese costo, de este modo queríamos lograr el objetivo de que ninguna mujer que necesite apoyo en su lactancia, no encontrara impedimento profesional ni económico para obtenerlo.

Como algunas personas del equipo somos profesoras, ideamos además cursos de formación para que esas mismas personas luego pertenecieran a nuestra red de asesoras y así podríamos hacer crecer exponencialmente nuestra ayuda. El curso fue ideado en base a distintos parámetros, de acuerdo con lo que nosotras consideramos importante, a lo que vimos en nuestras formaciones y a lo que profesionales invitados nos sugirieron para poder mejorarlo.

El problema es que teníamos el mismo conflicto que tuvimos como asesoras, ¿por qué alguien querría tomar nuestro curso si no contaba con ningún reconocimiento y/o aval en Chile? Pedimos audiencias en el MINSAL, fuimos a conversar en CONALMA (Comisión Nacional de Lactancia Materna, Chile), nos paramos afuera de UNICEF, llamamos a IHAN (Iniciativa Hospital Amigo del Niño, España), tuvimos audiencia con el Ministerio de Desarrollo Social, con la jefa del Chile Crece Contigo… pero todos esos intentos no generaron frutos, aunque hasta hoy seguimos insistiendo.

Casi por casualidad conocí a las personas del Lactation Education Accreditation and Approval Review Committee (LEAARC) quienes fueron muy receptivas y amables, nos dijeron que era muy posible que nos pudieran reconocer, que luego de eso hay un paso de acreditación que sí es más complejo. Pero en primera instancia, el reconocimiento era factible. Nos enviaron una serie de documentación, directrices que necesitaba tener el curso, contenidos y competencias esperadas, etc. Todo acorde a las exigencias del Accreditation recommendation to the Commission on Accreditation of Allied Health Education Programs (CAAHEP) y por tanto del International Board of Lactation Consultant Examiners (IBCLE).

Así que nos pusimos manos a la obra, a trabajar sin parar. En el camino fuimos cometiendo algunos errores, nuestras primeras formadas tuvieron que soportar las modificaciones que nos exigían, a algunas eso no les pareció muy cómodo, se molestaron, pero era el riesgo que debíamos correr en esta carrera. Uno de los grandes cambios fue que LEAARC no nos reconocía como asesoras, nos reconocía como Counsellors, y ahí empezamos a investigar ¿qué es un cousellor? ¿qué diferencia tiene con la asesora? ¿existe en el mundo de la lactancia? ¿qué hace diferente?

Las respuestas fueron que la figura de Counsellor o Consejero/a de lactancia es un intermedio entre la Monitora y la Consultora; Cómo la asesora. Sí, pero no tanto. Pues la consejera pone mucho énfasis en la consejería, que corresponde a habilidades blandas que permiten a una experta en lactancia entregar la información adecuada, con buen lenguaje, haciendo preguntas adecuadas, aceptando lo que la madre y su familia sienten y quieren, empatizando, sin juzgar y documentando todo para luego comunicarlo. Esto no podía ser contenido de un par de clases, debía estar en un módulo completo y dividido en 5 pilares de consejería. Además, un/a consejero/a puede tener herramientas en educación en lactancia para realizar talleres para familias.

Bien, teníamos un curso de asesoras, muy técnico, con pocas horas de consejería (como muchos otros), estábamos desarrollando el currículo como pedía LEAARC… en eso estábamos cuando de pronto nos contactan desde Venezuela, la Red Mundial de Lactancia Materna, que está dirigida por la Dra. Claudia Sánchez, miembro honorario de la UNICEF, quien nos invitó a conversar con ella, interesada en lo que estábamos haciendo. Amablemente nos habló de sus cursos en CELACMA, cursos que cuentan con 15 años de trayectoria y reconocimiento de la OMS/UNICEF.

Con la Dra. Claudia hicimos un excelente nexo, nos invitó a formar parte de la Red y a contar con su apoyo. Dentro de eso le preguntamos qué posibilidades existían que nos revisara nuestro programa y así tener una validación de otros expertos. Ella accedió, lo revisó y me comentó que nuestro curso en términos técnicos era excelente, que se parece mucho a los cursos dictados por la OMS, pero que necesitaba mayor contenido y énfasis del curso en términos de consejería, por lo que teníamos dos opciones: o cambiábamos el nombre del curso (no podía llamarse consejería sin las 20 horas de consejería mínimas) o agregábamos el módulo de consejería… Entonces, se me ocurrió algo. Si bien tenemos una IBCLC que se capacitó en consejería, era necesario que alguien más pudiera articular ese módulo, así que decidí tomar un curso en CELACMA, curso de 40 horas en consejería (incluye contenido técnico + consejería). Siendo muy transparente con la Dra., me inscribiría para poder articular un mejor módulo de consejería y así no cambiarle el nombre a nuestra formación. Este módulo de consejería permitiría especializar nuestro curso y, además, sería entregado adicionalmente a todas las personas que hicieron el primer curso con nosotras. Es así entonces como llegamos a la figura específica de nuestra formación como CONSEJERAS DE LACTANCIA MATERNA.

Así, reestructuré el módulo de consejería, en conjunto con el área de educación de la ONG. Enviamos el nuevo programa a la Dra. Claudia y le pareció perfecto. Por lo mismo pedimos su aval en el curso y accedieron. Obviamente esto significa un pago por cada certificado que ellos avalen, pero suma un reconocimiento que nuestro curso no tenía.

La Dra. Claudia, en la primera reunión que tuvimos, nos señaló que LEAARC es un gran ente regulador de programas en formación en lactancia y que, si alcanzamos ese reconocimiento, es porque nuestro curso es muy bueno. Y es eso a lo que aspiramos. A un curso de excelencia, pero que principalmente permita que quienes lo cursen puedan estar validados por instituciones más allá de la nuestra, y que en nuestro país puedan contestar que la figura de consejera es tan reconocida por la OMS/UNICEF como la figura de monitora o consultora.

Esperamos que quienes trabajen por la lactancia o quieran hacerlo en un futuro próximo, puedan tener las mejores herramientas y contar con el apoyo de nuestra gran Red, que gracias a todo el trabajo y el camino que hemos recorrido, ya consideramos una familia.

No somos las únicas y sabemos que nos quedan muchas experiencias por vivir, estamos dando lo mejor de nosotras para poder entregar un servicio de calidad con un sello diferenciador, en beneficio de todas las familias que nos necesiten. Es por esto que creemos en el trabajo colaborativo, sobre todo en temas de maternidad y crianza,  donde todas tenemos algo para aportar, algo que aprender y algo que mejorar. Ese es nuestro sello, el trabajo en comunidad, tal como hemos llamado a nuestro maravilloso proyecto ONG LA COMUNIDAD DE LA LECHE.

Un abrazo a cada una.

Larisa Chacón

Directora Ejecutiva

ONG La Comunidad de la Leche

 

 

 

4 Comentarios. Dejar nuevo

  • Alicia Maltrain
    21 febrero 2018 20:21

    Simplemente, felicitaciones <3.
    ¡Han hecho tanto! Y se agradece; se ve su esfuerzo, sus logros, sus anhelos, sus metas cumplidas… Me siento más que orgullosa de ser parte de la primera generación de consejeras y de, luego, participar activamente en sus filas.
    Tremendas mujeres, tremendo trabajo ??

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  • Vanessa Aguilera Pinto
    22 febrero 2018 14:17

    Chicas hermosas, las admiro y me encanta lo que hacen. Por lo mismo quiero ser parte de esto, porque comparto con ustedes muchos ideales y pasiones. Me genera mucho orgullo saber cada paso que dan y me alegra saber que formo parte de la familia en la red ONG LCDLL <3

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  • Hola! Felicidades por este gran proyecto! Disculpa, dónde es que se formaron como asesoras antes de iniciar con el proyecto de la comunidad?

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  • Muchas gracias por la información. Gran aporte de esta web. Reciba un cordial saludo!

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