Está muy arraigada la cultura de dar “agüitas” a menores de 6 meses, en especial en estas fechas en que las temperaturas son muy elevadas.

Traemos en nuestro chip la idea de que para todo problema o malestar del bebé existe un agua o hierba que nos arregla la situación, y cuando hace mucho calor, nos invade la duda sobre si la leche será suficiente para calmar su sed e incluso creemos que al ser esta tibia elevará aún más su temperatura. Lo hemos aprendido de nuestra ascendencia y nos cuesta reconocer que, tal vez, más de algún problema que hoy tenemos es consecuencia de lo que ocurrió con nosotros cuando éramos bebés o niños.

La verdad es otra y bastante distinta de la que nos pintaron. Por esta razón he decidido contarles un poco sobre lo que le sucede al cuerpo de un lactante menor de 6 meses si le damos agua y cuáles son los riesgos reales de hacerlo.

Existe una teoría que dice los bebés humanos nacen varios meses antes de lo que deberían. Otros mamíferos nacen con las herramientas necesarias para sobrevivir, o a los pocos meses ya lo pueden hacer sin la ayuda y protección de su madre, pero nosotros no. Entonces, ¿Cómo el mamífero más avanzado del mundo puede nacer tan indefenso?

El mamífero humano nacería con una cabeza demasiado grande si lo hiciera cuando está listo para enfrentar al mundo (esto por el cerebro más avanzado y como se desarrolla). Mientras, necesita terminar su gestación en los brazos de su cuidador principal y alimentarse de su madre, tal como lo haría dentro de ella y tal como lo hacen otros mamíferos o, ¿alguna vez has visto a un conejo tomando agüita de zanahoria para que no le de sed?

La protección un bebé antes de los 6 meses debe ser en extremo cuidadosa ya que todo su sistema está inmaduro.

La leche materna está compuesta en un 88% de agua, por lo que la hidratación de un bebé que se alimenta a libre demanda está cubierta y la temperatura es la ideal  para cada cual por lo que no debería entrar en ningún tipo de discusión.

¿Qué le ocurre al organismo del bebé cuando le damos agua?

Un ser humano menor de 6 meses está formando su microbiota. La microbiota está compuesta por microorganismos que se encuentran en todo el tracto digestivo, desde la boca hasta el intestino y cuya función, entre otras, es protegernos de patógenos externos, asimilar nutrientes y producir vitaminas.

Cuando introducimos agua, esta microbiota se ve alterada, cambia completamente y no vuelve a reconstruirse en su totalidad hasta varios meses después  (esto solo con una dosis de agua). A pesar de que esto ocurre con cualquier cosa extra que le demos al bebé, es el agua lo más usado, en especial en época estival.

Al verse alterada la microbiota existe una menor absorción de nutrientes y es más fácil que algunos patógenos ataquen el cuerpo del bebé y este no esté preparado para defenderse.

Con respecto a sus órganos, antes de los 6 meses no están listos para trabajar con absolutamente  nada más que no sea leche materna.

Observa bien de qué tamaño es el cuerpo de tu bebé. Muy pequeño ¿no?, pues bien, en un cuerpo tan pequeño, solo un mínimo de agua puede causar estragos, ya que lo que para nosotros es una cantidad ínfima para sus cuerpos es como una botella entera. Esto puede causar una sobrecarga renal y podría provocar una intoxicación por agua, que ocurre cuando el agua diluye la cantidad de sodio del organismo. Eso desequilibra los niveles de electrolitos y puede inflamar los tejidos.  Los riñones aún están inmaduros y no pueden concentrar los excesos de solutos presentes en el agua para mantener un balance químico en el cuerpo.

Como la leche materna tiene pocos solutos, el bebé necesita menor cantidad de agua en relación a su peso, a diferencia de los niños mayores y los adultos.

Sus consecuencias podrían ser muy graves, incluso un estado de coma.

Por el mismo motivo, con solo un poco de agua llenaremos su estómago, lo que provocará baje su ingesta de leche. Los bebés antes del año crecen muy rápido, de hecho nunca más volverán a aumentar de peso y crecer a la velocidad de su primer año. Por esto necesitan mucha energía y cada cosa que entre por su boca debe tener las calorías suficientes para permitir su óptimo desarrollo. Como, repito, su cuerpo es muy pequeño, y se encuentra preparado solo para recibir leche materna debemos ser en extremo cuidadosos. La leche tiene la cantidad ideal de nutrientes y calorías, lo que ningún otro alimento por si solo puede asegurarle. Si adicionamos agua, esta ocupara espacio muy valioso y no mostrará hambre cuando sea necesario y es por eso que la OMS relaciona estrechamente el consumo de agua en menores de 6 meses con desnutrición.

Como factor de riesgo adicionado el agua eleva la probabilidad de sufrir diarrea, padecer cólicos del lactante y alergias de todo tipo (incluido APV)

Las aguas de hierbas.

Si el agua, sin adicionarle nada, puede causar todo lo anterior, el agua de hierba puede causar eso y mucho más.

Recordemos que muchos medicamentos vienen de las hierbas, que existen precauciones con muchas de ellas en su uso en adultos y que muchas veces no conocemos realmente sus efectos sobre el organismo. En el cuerpo de un lactante su uso puede ser hasta mortal. Esto porque una pequeña dosis es demasiado para ellos y podríamos ver efectos adversos graves.

Voy a nombrar las hierbas más usadas y cuales podrían llegar a ser sus consecuencias y síntomas:

Muchos de nosotros recibimos estas agüitas cuando bebés y hoy nos jactamos de que no nos ocurrió nada.

Muchos bebés antiguamente se morían o se enfermaban de gravedad y jamás se relacionó con el consumo de agua o hierbas.

Si revisamos la tasa de mortalidad de bebes en el mundo y en Chile podemos ver que a medida que la ciencia va descubriendo cosas como esta, la tasa va a la baja. En el año 1960 en Chile por cada 1000 bebés nacidos vivos morían 36; hoy mueren 13 de cada 1000 y eso no cuenta a los bebés enfermos o cuales son las consecuencias reales a largo plazo (mirémonos y veamos cuanto problema intestinal padecemos hoy en día, entre otros).

Es verdad, no todos los bebés morían por eso, pero muchos si lo hacían y aún lo hacen. El hecho de que esto no salga en las noticias no significa que no suceda.

Siempre que trato de ejemplificar el “yo lo hice y no me pasó nada” lo explico así:

“Yo manejo a 180 km/hr en carretera y no uso cinturón. Mis papás y abuelos siempre lo hicieron. Cuando yo era niña el uso de cinturón no era masivo y a nadie en mi familia le pasó nada. Yo jamás he chocado ni he tenido accidentes automovilísticos, así es que la alerta de las autoridades es exagerada”

¿Se entiende?, el factor de riesgo es alto y, el  que hasta hoy no ha pasado nada va más de la mano de la suerte que de un hecho válido.  Tratemos de dejar de masificar esta frase tan típica que sólo demuestra ignorancia. Cuando vayamos a usarla, en cualquier caso (a mí me pegaron y no me pasó nada, a mí me daban de todo y no me pasó nada etc), investiguemos un poco cuanto ha avanzado la ciencia y que dice al respecto y después hagamos un aporte constructivo diciendo “estuve leyendo que cierto estamento internacional dice que… y conmigo lo hicieron y no pasó nada” y así demos validez y peso a nuestras opiniones.

Nadie quiere poner en riesgo la salud de un bebé, menos si es tuyo, entonces tratemos de minimizar los factores de riesgo, ayudemos a nuestro cachorro a desarrollarse de forma saludable.

Como siempre, les dejo algunas referencias que los pueden ayudar a instruirse un poco más y así hacer valer su punto de vista. Además les recuerdo que en La comunidad de la leche estamos siempre dispuestos a ayudar y acompañar a las familias con temas de lactancia, puerperio y crianza respetuosa.

Escrito por Paula Herrera, Asesora de lactancia de La comunidad de la leche.

https://www.consumer.es/web/es/bebe/bebes/una-semana/2014/07/16/220239.php

https://www.who.int/features/qa/breastfeeding/es/

www.linkagesproject.org

https://www.asociacionsina.org/2010/06/11/lactancia-materna-exclusiva-la-unica-fuente-de-agua-que-necesita-un-bebe/