El siguiente artículo es un extracto del documento editado por UNICEF con motivo de la semana del Prematuro 2015 en el que se recogen las implicaciones del derecho a recibir lactancia materna de estos bebés, las prácticas adecuadas de las instituciones para lograr este objetivo y testimonios de madres sobre esta experiencia.

Leche materna: la mejor opción

El uso de leche humana en el prematuro tiene múltiples beneficios nutricionales, gastrointestinales, inmunológicos, psicofísicos y neuromadurativos.

En consecuencia, se proponen las siguientes prioridades de elección en la alimentación del prematuro :

• Primera opción: leche materna en forma directa (cuando el bebé puede succionar).

• Segunda opción: leche materna extraída. Esta leche debe ser utilizada exclusivamente para el propio hijo, cuando la mamá no está cerca del niño o cuando no puede ser puesto directamente al pecho.

• Tercera opción: leche humana pasteurizada en un banco de leche. Esta leche puede ser utilizada por todo niño cuya madre no pueda proveerle leche, ya sea total o parcialmente.

• Cuarta opción: leche de fórmula para prematuros.

Los servicios de salud deben trabajar con interés y compromiso para lograr que todo niño prematuro sea dado de alta con la lactancia materna instalada y exclusiva. Si esto no fuera posible, la lactancia debe ser, al menos, parcial. Más tarde, desde el consultorio de seguimiento, es necesario apoyar a estas familias para que la lactancia materna se sostenga en el tiempo.

Algunos conceptos sobre leche materna

La elección del tipo de leche a utilizar (humana o de fórmula) tiene especial incidencia en la tolerancia y posterior progresión de la alimentación. A su vez, esto tiene impacto a mediano y largo plazo sobre el crecimiento y desarrollo del recién nacido prematuro. Por sus beneficios inmunológicos ya no hay controversias sobre la importancia de utilizar calostro desde las primeras horas de vida. Sin embargo, cuando aumenta el requerimiento del volumen de leche necesario para alimentar al lactante, obtener suficiente leche materna extraída puede ser un desafío. Por ello es necesario diseñar programas activos en las instituciones de salud para que promocionen fuertemente la lactancia materna, favorezcan la extracción de leche, y ejecuten adecuadas prácticas de conservación y administración de leche humana.

La leche humana no es un alimento inerte ni un mero fluido biológico; actualmente está considerada como un tejido vivo, como lo son la sangre, o la linfa. Contiene células vivas, factores de crecimiento, antiinflamatorios naturales, gran variedad de factores biológicos activos, hormonas y, al menos, 60 enzimas. Su composición tiene una estructura “en engranaje”, dentro de la cual cada compuesto cumple más de una función y es ayudante de las funciones de otros componentes. Su composición no es estática y presenta cambios dinámicos en relación a la edad gestacional del lactante, al momento del día, a la progresión de la mamada, etc. Estas oportunas modificaciones en la composición, propias de la leche humana, la diferencian de las fórmulas, que son productos estándar, inertes y no estériles (en el caso de las fórmulas en polvo).

La leche materna es la transición ideal entre la vida intrauterina y el exterior, no sólo en el aspecto nutricional sino también en cuanto a los factores de defensa que garantizan una mejor adaptación del niño a la vida extrauterina.

¿Qué contiene la leche materna? ¿Cuáles son sus beneficios para el prematuro?

Tal como se ha explicado, la leche humana posee nutrientes y otros elementos que favorecen la salud y el crecimiento del niño prematuro. Ello hace que la leche humana sea irremplazable e inigualable, ya que ningún otro producto en el mercado puede brindar los beneficios que ésta ofrece. Las numerosas investigaciones realizadas demuestran que la leche humana es mucho más que alimento, ya que su composición además de nutrir al niño, lo protege de enfermedades y favorece su neurodesarrollo. En esta sección se identificarán algunos de sus componentes específicos:

• HIDRATOS DE CARBONO: dentro de este grupo se encuentra la lactosa que, junto con las grasas, es la mayor fuente de energía para el bebé. Este componente, además de cumplir una función nutritiva, facilita la absorción del calcio. Y tiene gran importancia para la defensa del prematuro contra enfermedades. En este grupo se encuentran también los oligosacáridos que facilitan el desarrollo de una flora intestinal saludable protegiendo también contra infecciones intestinales.

• PROTEÍNAS: algunas cumplen funciones nutricionales y otras tienen función de protección como la Inmunoglobulina A secretoria (IgAS) y la Inmunoglobulina A monomérica, que compiten con las bacterias (que tomaron contacto con la luz intestinal y respiratoria de la madre) evitando que invadan los tejidos del bebé. Estas inmunoglobulinas son un gran aporte a las defensas de piel y mucosas del recién nacido; y como su especificidad se modifica según la exposición de la mamá a diferentes microorganismos, es muy importante permitir que las mujeres pasen tiempo en los lugares donde están internados los niños para que puedan producir defensas contra esos microorganismos específicos. Una de las características de la leche humana que la hacen ideal para los niños prematuros, son sus altos niveles de componentes de defensa, tal como muestra el gráfico siguiente.

captura-de-pantalla-2016-11-17-a-las-16-09-18

• GRASAS. La leche humana es muy rica en grasas y provee abundante energía para el bebé en crecimiento. La calidad de las grasas presentes en la leche materna es ideal para el metabolismo ya que su composición química, a diferencia de la grasa presente en las fórmulas, es apropiada para facilitar su digestión y utilización. Las grasas son parte integrante de las membranas celulares y de la mielina (vital para la transmisión de impulsos nerviosos). A su vez la leche humana, y en especial la leche producida por las madres de niños prematuros, aporta gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LC-PUFA) como el araquidónico (AA) y el docosahexaenoico (DHA) que son indispensables para obtener el máximo potencial de desarrollo neurológico y de la retina.

• MINERALES. La leche humana posee todos los minerales esenciales para vivir, como: hierro, fósforo, calcio, magnesio, manganeso, zinc, selenio y molibdeno, entre otros. No obstante, en el caso especial de los prematuros, algunos minerales no están presentes en las cantidades que requiere el bebé y el equipo de salud debe planificar su aporte al niño.

• HIERRO. Esencial para el crecimiento, formación de glóbulos rojos y transporte de oxígeno a las células, en la leche humana presenta una muy alta biodisponibilidad (capacidad de ser absorbido y utilizado por el niño), lo cual hace que sea muy bien aprovechado.

• CALCIO Y FÓSFORO, son minerales fundamentales para la formación de los huesos están en una relación ideal (2:1) para preservar la función renal. No ocurre lo mismo en la leche de vaca. El 99% del calcio se deposita en los huesos y los dientes, para su crecimiento y dureza; el 1% restante permanece en el líquido extracelular y las membranas, y es utilizado para funciones de regulación. El bebé absorbe el 55% del calcio presente en la leche materna, contra el 38% del contenido en la leche de vaca. El fósforo también participa en la capacidad inmunológica del bebé.

• ZINC es importante para la formación de enzimas, el crecimiento y la diferenciación celular.

• ENZIMAS. La leche humana es el único alimento que provee enzimas para el comienzo de la digestión haciendo que sea mejor tolerada y sus nutrientes más aprovechados. Varias de estas enzimas también tienen una función antibacteriana haciendo de la leche un elemento único.

La leche humana también tiene factores de crecimiento epidérmico y el factor de crecimiento endotelial, que ayudan al adecuado crecimiento de los tejidos de piel y vasos sanguíneos. También contiene el factor antiadherente plaquetario que favorece las reparaciones tisulares sin inflamación. Las citoquinas y leucotrienos presentes en la leche humana actúan como antiinflamatorios y antialérgicos. Todos estos componentes son exclusivos de la leche humana y no se encuentran en ningún otro alimento.

Por las razones expuestas, los niños prematuros que reciben leche humana se enferman menos y tienen una calidad de vida superior a la de los niños que sólo reciben fórmulas. Consecuentemente, en la actualidad, la alimentación con leche materna es la pauta normal de alimentación para el adecuado crecimiento y nutrición del niño prematuro.Un concepto importante a tener en cuenta es que a mayor duración de la misma en el tiempo y, a mayor exclusividad, mayores son los beneficios para la salud del lactante (relación dosis-respuesta). Es por ello que aun en niños prematuros, la REGLA DE ORO DE LA ADECUADA NUTRICIÓN es lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida del niño (edad corregida) y lactancia continuada hasta por lo menos los dos años de vida.

Los beneficios documentados de alimentar con leche humana a los recién nacidos prematuros y de muy bajo peso al nacer, incluyen:

• Reducción en frecuencia y severidad de enteritis necrotizante

• Menor riesgo de sepsis

• Mejores logros en neurodesarrollo a largo plazo

• Reducción en tasa de cirugía requerida

• Descenso en la mortalidad

• Menor riesgo de retinopatía del prematuro

• Menor riesgo de displasia pulmonar crónica

• Menor recurrencia de reinternación

• Menor riesgo de leucomalacia periventricular

• Refuerza las habilidades maternales

• Mejora el vínculo madre-hijo

La profesora Paula Meier (Directora de Investigación Clínica y Lactancia, jefa de Enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, en el Centro Médico de la Universidad Rush, Chicago), que desarrolló un programa de Lactancia Materna para bebés prematuros de menos de 1.500 gramos de peso, dice: “hemos estudiado durante cinco años a 430 madres con sus niños prematuros en el Centro Médico de la Universidad Rush y hemos comprobado, además, que una mamá puede producir suficiente leche también en estas circunstancias, cuando tiene un gran prematuro en los brazos.

Se ha descrito que existe una relación entre la cantidad de leche humana que ingiere el prematuro y la magnitud de sus beneficios, por lo cual todo esfuerzo que la institución haga para maximizar su uso, producirá mayores beneficios en el niño. Meier opina que el agotamiento y la falta de motivación y sostén adecuados hacia las madres para la tarea de extracción de leche son causantes de la baja producción. Ella creó un Club de Madres en el Hospital Rushmore, donde las madres que ya pasaron la experiencia informan y ayudan a las madres nuevas. «Cuanta más leche de su madre, preferentemente en forma exclusiva, reciba el bebé, mejores resultados tendrá, en el presente y el futuro, para su salud integral. Es fundamental traducir la evidencia científica en prácticas sanitarias y normativas actualizadas en los servicios de UCIN:»

Alimentar a los bebés prematuros con leche de su propia madre reduce la tasa de morbilidad a corto y largo plazo, sus secuelas asociadas y los costos que genera el cuidado de bebés prematuros y otros niños en riesgo. Mayores dosis de leche materna para bebés prematuros les aseguran mejor calidad de vida. Paula Meier.

****
DIRECCIÓN EDITORIAL: Zulma Ortiz, Asesora en Salud de UNICEF Ana Speranza, Directora Nacional de Maternidad e Infancia (DINAMI), Ministerio de Salud de la Nación
AUTORES: Vera May, Coordinadora del Programa de Lactancia Materna, Municipio de Vicente López; Miembro de la Subcomisión de Lactancia de la SAP; Comisión Lactancia de DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación Norma Ferreiro, Jefa de Unidad de Neonatología Hospital Santojanni; Coordinadora de la Comisión de Lactancia Materna de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y miembro de la Comisión Lactancia Materna de DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación. Guadalupe Mangialavori, equipo de nutrición de DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación
REVISORES: Mónica Waisman, Equipo de nutrición de la DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación Enrique Abeyá Gilardon, Equipo de nutrición de la DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación Ana Biglieri, Equipo de nutrición de la DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación Mariela Tenisi, Equipo de nutrición de la DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación Gabriela Figueroa, Equipo de nutrición de la DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación María del Carmen Mosteiro, Equipo de Comunicación de la Dirección Nacional de Maternidad e Infancia, Ministerio de Salud de la Nación Diego Rubio, Equipo de Comunicación de la Dirección Nacional de Maternidad e Infancia, Ministerio de Salud de la Nación Ana Quiroga, Equipo de Neonatología de DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación Celia Lomuto, Equipo de Neonatología de DINAMI, Ministerio de Salud de la Nación Marcelo Andrade, Consultor Área Salud, UNICEF Argentina Julia Anciola, Área Salud, UNICEF Argentina.

1 Comentario. Dejar nuevo

  • Hola.he leído su articulo sobre prematuros y leche materna y agradezco.pero tengo una duda muy grande,estoy en un hospital,esperando parir,mi hijo será prematuro,32 o 34 semanas.y por lo q se acá a todo prematuro no se lo pasan d inmediato a la madre en el pecho. Y me pregunto como podría generar leche si no me pasan al bebe….acá hay un lactario donde uno se puede sacar leche…pero ya he visto muchos casos donde las mujeres terminan rompiendose los pechos en el lactario….q por lo demas esta abierto de 9 a 4 y hay que pedir una hora para ir…. En fin me parece que acá no entienden mucho la importancia de la lactancia materna. Hoapital de la florida. Hay alguna ley que nos ampare para asegurarme que podrá tomar de mi leche?

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Necesita estar de acuerdo con los términos para continuar

Menú