Puedes saber mucho, puedes saber poco. Puedes tener la información correcta, puedes tener la incorrecta. Puedes estar siendo apoyada o puedes estar muy sola. Sea cual sea la situación, ninguna de ellas te asegura tener una lactancia exitosa y placentera. Lo que verdaderamente te garantiza un proceso exitoso es la confianza, la confianza en ti misma, en tu capacidad de alimentar a tu hijo o a tus hijos.

Nos han vendido el cuento de que solo algunas privilegiadas tienen suficiente leche y de buena calidad; nos han vendido la idea de amamantar duele, de que si los pezones sangran es normal; nos hacen creer que las guaguas tienen que alimentarse cada 3 o 4 horas no más, si quiere antes es porque seguramente tu leche es delgada o aguada; nos han mentido haciéndonos creer que está bien acostumbrar a nuestras guaguas desde que nacen al chupete y al biberón, que no afectan en lo absoluto la lactancia y que es más, son una gran ayuda para nosotras, madres agotadas física y emocionalmente; nos dicen siempre que un poco de relleno no hace mal, que “déjate de ser esclava”, que “da lo mismo la fórmula o la leche materna”, que “no te obsesiones”, y así un largo etcétera.

Todas esas frases, dichas, muchas veces, desde la completa ignorancia, pero con una genuina intención de ayudar, no solo han perjudicado enormemente nuestra lactancias sino que han mermado nuestra confianza en nosotras mismas, en nuestra fuerza, en nuestra naturaleza.

Decirte, de una u otra manera, que mejor darle a tu guagua un biberón con relleno o un chupete para que se calme, es estar diciéndote “tú, que lo pariste, no puedes calmar a tu bebé, no puedes alimentar a tu bebé, tu leche no sirve, tus brazos no sirven, tu calor de madre no sirve, tu cuerpo no sirve, tu amor no basta, tu presencia no es suficiente, tu entrega no alcanza…” y eso duele, duele no ser capaz de alimentar a nuestras crías, de no saber calmarlos, de no saber interpretar lo que nos quieren decir y duele que te lo digan, duele tener que buscar sustitutos para hacer todo aquello que los demás nos dicen que no somos capaces de hacer.Duele terminar creyendo el cuento de que no nos la podemos.

Pero podemos, muchas de nosotras hemos dado vuelta la historia y hemos superado la oleada de comentarios, falta de apoyo, críticas, juicios, crisis, rellenos, curvas de bajo peso, frenillos cortos, biberones entre medio, chupetes, hongos, mastitis, perlas, ingurgitaciones, vuelta al trabajo, vuelta al estudio, separaciones de pareja, etc…

Muchas de nosotras, a pesar de las mil y una dificultades, hemos logrado recuperar la confianza en nosotras, esa confianza que nos han querido arrebatar desde que llegamos a este mundo patriarcal y machista.

Y eso es lo que quiero para todas, que un día el mundo deje de necesitar asesoras de lactancia, porque las mujeres se sientan seguras y confiadas sobre su capacidad de amamantar, de ser madres, de calmar a sus bebés, de parir y de tantas otras cosas.

Que dejemos de ser niñas con cuerpo de mujer, que dejemos de pensar que no nos la podemos, que somos el sexo débil, que somos frágiles; que dejemos de dudar de nuestro cuerpo, nuestra naturaleza, que dejemos de oír y hacer caso a todos quienes nos quieran robar la confianza.

Porque sin confianza, ¿qué seguridad le podremos entregar a nuestros bebés?, ¿cómo podremos criar hijos seguros, confiados y felices, si primero no confiamos en nosotras?, ¿cómo podremos reclamarle al mundo que nos valoren, que nos den el sueldo que merecemos y el post natal que nuestros hijos necesitan, si no confiamos en nosotras?

¡Basta! No permitas que nadie te arrebate la confianza en ti misma, no permitas que nada ni nadie te quite la posibilidad de alimentar a tus hijos con tu leche. No permitas que te cuenten cuentos de que “así es no más”, no te rindas.

Y si ya te perjudicaron una vez, levántate con más fuerza y recupera tu confianza, tu sabiduría, tu poder, tu amor propio.

Cariños.

Escrito por Katerine Silván, Asesora de lactancia de La Comunidad de la Leche.

2 Comentarios. Dejar nuevo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Necesita estar de acuerdo con los términos para continuar

Menú